Después de preguntar a varias personas del pueblo sobre cuál era el mejor camino para llegar hasta Sarria, si por Samos o por Sanxil, decidimos usar el segundo (para evitar los largos tramos de carretera).
Cómo la etapa no superaba los 20km decidimos tomarnos con calma la salida del hotel, nos tomamos un gran desayuno y cogimos camino a nuestro siguiente destino. Nadie nos advirtió de lo que nos esperaba... Y ojalá lo hubiéramos sabido. Nos encontramos con un camino, que si hubiéramos ido sin carrito no habría pasado nada, pero en nuestro caso, con el carrito (que calculamos que pesa unos 50kg), nos pareció lo más parecido a una tortura, "un camino de cabras", un tramo de subida con enormes piedras, piedras pequeñas, escalones...
Seguido de más subidas, y más subidas hasta 908m de altitud y llegados al punto más alto, a bajar y bajar y bajar y de nuevo sorpresas "desagrables", en forma de caminos por los que la silla no entraba
Quizás me ves hoy un poco pesimista, puede ser fruto del dolor de rodillas que tengo de las bajadas, pero no te preocupes y no te desanimes, la etapa nos brindado momentos muy bonitos, y Sarria nos ha ofrecido un sitio chulísimo donde pasar la tarde con Ara.
En el pueblo hay una zona del río donde te puedes bañar, bueno, más o menos. Según lo que nos contaron la gente de la zona, hace años el sitio estaba habilitado para el baño, pero desde que construyeron las piscinas (que están en frente) ya nadie cuida el río y las algas han invadido el agua, hasta hacerte sentir que no es buena opción darse un baño. Tuvimos la gran suerte de que esas mismas personas que nos lo contaron estaban limpiando una zona y nos pudimos bañar. Si tú eres de los que prefiere las piscinas, el precio no superaba los 2€, así que no es mala opción. Y la guinda del pastel, súper cerca hay un parque donde nos lo hemos pasado en grande
No hay comentarios:
Publicar un comentario